Orquidea Phalaenopsis, la más popular de las Orquideas
Aunque tiene fama de ser muy delicada, con algunos consejos a tener en cuenta puede cultivarse fácilmente en casa. Te explicamos cómo cuidar la Orquidea Phalaenopsis de la manera más sencilla.
Antes de nada, me gustaría comentar que este tipo de Orquídeas son plantas muy sensibles. Algunos clientes me han contado historias increíbles sobre ellas. No me refiero a sensibles en el sentido de débiles, sino que pueden captar la energía del lugar donde se encuentran o de la persona que las cuida, y esto a veces influye en su estado.
Puedes hacer un ejercicio de meditación poniéndote cómodo delante de una orquidea, cerrando los ojos y quedándote en calma. Al abrirlos, obsérvala despacio, mírala atentamente, como cuando eras un niño y mirabas una piedra o una flor, sin esperar nada, durante un rato. Quizás percibas algo que antes no habías visto.
Hábitat
Las Orquideas Phalaenopsis son plantas epifitas, esto significa que crecen como parásito de otra planta, normalmente un árbol, agarrada a sus ramas con sus raíces. Por eso cuando las introducimos en una maceta tienden a crecer fuera de ella. A través de sus raíces absorben humedad y también hacen la fotosínteis, por lo que se recomienda plantar en maceta transparente.
Crecen en climas tropicales, por lo que las bajas temperaturas son su mayor enemigo.
Sus flores nos recuerdan a las mariposas, de hecho su nombre significa «parecida a la mariposa».
Cómo cuidar la Orquidea
Luz: En su habitat viven en lugares con mucha vegetación alta que filtra los rayos de sol, por lo que necesitan luz pero no sol directo. El lugar ideal es cerca de una ventana, donde le llegue luz indirecta. El sol directo del verano puede quemarla, pero no el sol suave de la tarde.
Temperatura: Lo ideal para la Orquidea es estar entre 24 y 28ºC, pero puede vivir bien en casa entre 15 y 30ºC, temperatura que normalmente tenemos en nuestras casas. Cuando el termómetro suba muchos grados en verano, necesitará más hidratación en forma de agua pulverizada. Esta planta no tolera el frío.
Riego: He visto muchas Orquideas en las casas de mis clientes y con ello muchas maneras de regarlas. Y todas estaban bien. Por eso puedo aconsejar sobre el riego, pero he comprobado que cada persona finalmente encuentra la mejor manera de regar sus Orquideas y sus plantas en general.
Las Orquideas viven en un hábitat muy húmedo, por eso es bueno pulverizarlas a menudo en hojas, raíces y flores. Puede regarse la maceta por inmersión o aportando agua con regadera. No se debe encharcar.
Es muy recomendable colocar la maceta con agujeros sobre un plato con grava y agua para crear un ambiente de humedad alrededor de la planta. Si está plantada en una base de cristal sin salida de agua, debe llevar en la parte inferior algún material de drenaje como grava o arcilla expandida para que al regar el agua se deposite abajo. He visto plantas funcionar muy bien de esta manera, pero cuidado con llenar la base de agua hasta arriba, podría ahogarse.
La frecuencia de riego depende de la cantidad de agua que se aporte y de la temperatura y humedad del ambiente. En invierno suele ser suficiente regar una vez por semana. En verano, un par de veces y pulverizar hojas y raíces casi a diario.
Nunca regar si las raíces sigen húmedas.
Abonado: Es aconsejable siempre utilizar abono especial de Orquideas, ya que lleva la composición apropiada. Es importante leer las indicaciones del fabricante. Recomendamos abonar una vez cada dos meses. Menos aconsejable en enero, febrero, junio, julio y diciembre.
Floración: Pueden florecer a lo largo de todo el año si las condiciones de luz, temperatura y riego son idóneas. Cuanta más luz, más fácil será la floración.
Cuando las flores se marchitan hay que sanear la planta y cortar el tallo si se ha secado.
Substrato y transplante: Haremos el transplante aproximadamente cada dos años, en maceta transparente más grande que la existente. Siempre mientras no tenga flores la planta. Y con substrato especial para Orquideas.
En resumen ten en cuenta :
Abundante luz indirecta (cerca de la ventana), riego moderado, crear humedad en el ambiente con grava y/o pulverizar a menudo. Nada de temperaturas bajas ni corrientes frías.
Si encuentras el lugar apropiado en casa donde la Orquidea esté bien, tu planta te acompañará durante mucho tiempo.